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jácaras reales

Fats Waller se reía cantando

Fats Waller se reía cantando Fats Waller era el mejor pianista de la era post-New Orleans, si nos olvidamos de Earl Fatha Hines. Fats Waller tiene una vida de película, y siempre me lo he imaginado haciendo de él James Earl Jones, el actor negro que hizo de boxeador en La gran esperanza blanca. Fats Waller era negro y grande, muy grande, medía como 1’90 y pesaba mucho más de lo que le correspondía pesar. Y bebía, tanto que, cuando quería, tocaba con una sola mano la melodía, mientras que con la otra empuñaba la botella que tenía encima del piano.

Como era negro y tocaba la llamada música del demonio, a Fats, como después a Billie, le daban desde la productora unas canciones espantosas y con unas letras para llorar. Como él era un cachondo mental, hacía como que se lo tomaba en serio, pero es que su forma de hacer que se tomaba en serio esas canciones era imposible. No hay más que oírle cantarlas. Louis Armstrong era el mejor cantante de jazz de siempre, pero cuando Fats cantaba, se te dibujaba una sonrisa maravillosa en la boca. Fats Waller compuso temas muy bonitos y tocaba muy bien el piano. Era uno de los mejores. Nat King Cole también fue uno de los mejores, antes de que se pusiera a ganar mucho dinero con Adelita.

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