Niños robados
La vendedora de rosas es de esas películas que te dejan mal cuerpo. La vendedora de rosas es una película colombiana que no se verá nunca aquí porque es una película colombiana. Porque aquí colombiano solamente se ven las telenovelas. Dudo mucho de si se estrenó o no. La vendedora de rosas es del año 98, pero importa poco, porque parece hecha ayer mismo. La vendedora de rosas no tiene tiempo ni edad. Duele verla. Duele ver a niños que no son niños, a niños que se colocan con una sustancia que no quiero saber. No hay momentos de relajo si no es cuando la niña Mónica ve a su madre muerta cuando alucina por las drogas. Niños que no viven, o niños que viven de noche.
Aquí no hay diálogos imposibles, como en Princesas o en Barrio. Lo siento. Aquí yo veo verdad. Dudas si es realidad o es ficción, si documental o una película de terror. De la pesadilla sales cuando ves al final que salen los títulos de crédito.
Más nos valdría enterarnos a todos de que en Colombia hay otras muchas más cosas que culebrones y de que hay extraordinarios directores como este Víctor Gaviria.
Una de las cosas que más me han estremecido últimamente.
1 comentario
sandra quintero -
què pasa con la objetividad como apreciador de cine??
tal vez està acostumbrado a ver finales felices, en donde la gente que se casa al final y hay niños felices, pero resulta que en colombia lamentablemente se vive esta realidad.
y en cuato a quien escribiò el comentario no se molestò en lo màs mìnimo para detallar realmente còmo era la historia, asì que no tiene criterio para criticarla.