Lejos del mundanal ruido
Sólo por que el belga éste lograba reunir en un teatro a la audiencia burguesa blanco de sus letras, o porque me temo que el chico anda bastante olvidado en los tiempos que corren, o porque escribiera que no le importaba ser “l’ombre de ton chien” tras rogarle a su chica de mil y un maneras que no le abandonara, o porque pasó de todo y se dejó la música cuando le dio la soberana gana, o porque me adelanto a que el año que viene todo Cristo dirá que el belga éste dejó de avivarnos las conciencias hace 30 años, o porque a mí me da la soberana y real gana de acordarme de él. Sin venir mucho a cuento.
O porque le enterraron al lado justo de la tumba de Paul Gauguin, allá por la Polinesia desde donde le dio por mandar a todos a tomar por el culo, allí lejos del mundanal ruido.
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Olvido -
Baiser