Lost in translation
La novela de James Hilton, Horizontes perdidos, la llevó al cine Frank Capra. Hace tiempo que vi la película, pero hace poco que terminé el libro. El recuerdo de la película es bueno, pero no tengo imágenes fijas, salvo algunas, como la del avión aterrizado forzoso. Del libro te queda la impresión de haber leído algo entre o elegante o exquisito. En el cine el protagonista era una estrellona de la época, Ronald Colman. En el libro, este Conway es llevado en avión a la fuerza y misteriosamente, junto a tres personajes más, a un paraje inhóspito del Nepal. El conocimiento de otras costumbres, de otras maneras de vivir y tomarse la vida cambiará la vida de estos huéspedes involuntarios.
Pasajes extremadamente bellos se cuelan como por encantamiento en la narración. Verbigracia: “Ella era como un ángel de fría porcelana, sin más adorno que un rayo de sol”. Y más como éste. La americana Pearl S. Buck también supo descubrirnos los misterios de la vida cotidiana oriental en sus escritos.
Pasajes extremadamente bellos se cuelan como por encantamiento en la narración. Verbigracia: “Ella era como un ángel de fría porcelana, sin más adorno que un rayo de sol”. Y más como éste. La americana Pearl S. Buck también supo descubrirnos los misterios de la vida cotidiana oriental en sus escritos.
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