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jácaras reales

En un par de minutos

En un par de minutos

En Infielmente tuya, la última película que me he visto, sale haciendo de mayordomo un actor que ya sale haciendo de mayordomo en una película de los cuatro Hnos. Marx, El conflicto de los Marx. El actor es desconocido, su cara es desconocida, lo sería también para mí de no haber visto estas dos películas que distan entre sí como 18 años. El actor, no pasaría nada si no dijera su nombre, se llama Robert Greig. Me gustó ver de nuevo en Infielmente tuya a Robert Greig. Es posible lo haya visto en alguna película más, ahora que pienso, porque ahora me entero de que, encima de que era australiano, salió en un millón de películas. Y de que Animal crackers, título original del conflicto marxista, era sólo la segunda película que hizo cuando ya tenía cumplidos los 50 años. Y que Infielmente tuya fue su penúltima. La coña es que, de ese millón de películas que hizo, en la mayoría estaba especializado en el papel de mayordomo. Aún cuando su papel fuera meramente testimonial, y en Infielmente tuya ni sale en créditos, Robert Greig podía estar tranquilo porque trabajo no le iba a faltar.

 

Hay actores españoles de los años 50, 60, que salen en otro millón de películas. La mayoría de las veces salen dos minutos, iban medio día al rodaje  y se ganaban el pan con la conciencia tranquila. Incluido el enrome Manuel Alexandre, quien en Bienvenido Mr. Marshall aparece tan sólo como figurante detrás de una mesa con una media sonrisa todavía hoy impagable. Muchas de ese millón de películas se nutrieron de la más grande y colosal generación de secundarios españoles de siempre.

 

Ahora me acuerdo de los actores exiliados españoles que salían en las películas mexicanas de Buñuel.

3 comentarios

Alvy Singer -

Berlanga es y será la comedia española por muchos siglos

al -

Esto me ha recordado la secuencia de los figurantes en "El viaje a ninguna parte", que procuraban pasar desapercibidos para poder repetir escenas.

Olvido -

En los 50 y 60, los americanos que venían a rodar a España, eran los únicos empresarios que no pedían los "papeles" para dar trabajo. Por eso, muchos pobres hombres, que no tenían papeles por haber comido calabozo de "rojos", que con dieciséis años tuvieron que coger un fusil en un bando republicano, se ganaron el pan en aquellos rodajes... Seguramente, años atrás, en un frente mugriento que olía a miedo, coincidieron con algún futuro actor exiliado que salía en las películas mexicanas de Buñuel... Vete tú a saber...
Besos