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jácaras reales

La suerte de ser mujer

La suerte de ser mujer

Nancy Wilson es una mujer bastante guapa. Nancy Wilson es una cantante negra bastante guapa, a tenor de la portada del disco que me compré ayer. El disco es una actuación en directo desde Belgrado y me ha costado un euro. Nancy Wilson es esa clase de mujer que te gustaría conocer a cualquier precio. Cuánto pagaría uno por conocer a alguien así. Frances Davis salía en alguna portada de los discos de Miles y también era una mujer bastante guapa. En el de Tender Gender de Kenny Burrell sale una chica recostada en la hierba. El jazz es un poco machista. Mary Lou Williams era pianista. O Marian McPartland. Lil Hardin era pianista y mujer de Louis Armstrong. Horace Silver le puso nombre de mujer a varias de sus canciones. Pannonica de Koenigswater era la baronesa protectora de jazzmen. Monk escribió Pannonica, y Silver, Nica’s dream. Parker se murió en su casa. No hablo de más vocalistas chicas, porque ahí el jazz tiene suerte y casi siempre se escribe en femenino.

Jutta Hipp era una pianista alemana de la guerra fría que quiso tocar en la cuna del jazz. Grabó durante tres años, con Zoot Sims y varios discos a su nombre. Se retiró en el 58, se puso a pintar y se murió sin un duro en el 2003 sin que nadie, y menos su familia europea, se diera por enterado. Donó su cuerpo a la universidad. Resulta imposible encontrar su piano rondando por los estantes. Sólo tengo un These foolish things suyo. Puta vida, ésta.

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