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jácaras reales

Birth

Birth

Antes en las nochebuenas, como la nochebuena de 1954, había gente que tenía la buena costumbre de fabricar obras maestras. En Hackensack, New Jersey, detrás del cristal del estudio de grabación Rudy Van Gelder, el ingeniero, fue testigo directo de la difícil gestación de una de ellas. Esto que vamos a leer tú y yo bien pudo ser el diario de a bordo que escribiera Rudy después de cenar en nochebuena:

“Bonita sesión la de hoy, vive Dios. Le dije a Miles que sí, que nadie en su sano juicio había reservado el estudio para un día como hoy. En definitiva qué problema puede haber, si a mí me lo pagan igualmente…”

Me gusta la camisa que se ha traído Miles Davis. Este jodido tiene buen gusto a la hora de vestirse. Thelonious Monk no se ha quitado las gafas negras en ningún momento. Milt Jackson, Percy Heath y Kenny Clarke se han puesto a repasar las partituras en un rincón. Me lo ha parecido o Miles y Monk apenas se han dirigido una mirada antes de ponerse a tocar. Nunca es fácil dominar a dos divos cuando se encuentran frente a frente. Y tampoco hasta ahora había tenido que separar a dos músicos en mi estudio para que no llegaran a las manos.”

“Miles sólo quería cuatro temas para el disco. El Bemsha swing y el Swing spring han caído como la seda. The man i love lo ha repetido Miles. No sé por qué no meten también las tomas alternativas estos productores. Luego hemos grabado el Bags’ Groove. Menudo solo de Monk…”

“Me lo ha parecido a mí o Miles, en la toma dos de The man I love, se ha cargado el solo de Monk. Monk estaba haciendo al un solo cojonudo, y en éstas que Monk se ha parado de tocar. Para mí que la pausa que ha hecho formaba parte del solo, aquello era algo planeado por Monk. Y va Miles, y creyendo no sé qué, se ha arrancado con la trompeta deshaciendo el hechizo que Monk había creado con su silencio… No he querido decirle nada a Miles. Suficiente tenía ya con su pianista y no era plan de añadir más leña.”

“Y en éstas que Miles ha dejado de tocar y, dirigiéndose a Monk, ha explotado: no aguanto tu forma de acompañarme, serás un pianista de puta madre tocando solos, pero no voy a tolerar más la jodida manera tuya que tienes de tocar por detrás de mi trompeta. Entonces Monk se ha levantado, se ha encarado con Miles y ha empezado a arder Troya. La discusión creo que se oía hasta fuera del edificio. Detrás del cristal adivinabas fácilmente lo que aquellos dos hijos de puta se estaban diciendo a la cara. Los demás los hemos separado como hemos podido. Milt, Percy y Kenny estaban acojonados. Joder, todos estábamos acojonados. Y a pesar de todo, he dado gracias al cielo por una cosa, porque por mucho que aparente Miles y toda la gaita, creo que Monk le hubiera noqueado de un simple manotazo.”

1 comentario

Olvido -

Sólo una cosa: gracias