Desertores
Llevo más de medio día, desde que anoche me vi otra vez Los cuatrocientos golpes, con la música en la cabeza de Jean Constantine. Música que es gratamente difícil de quitar de la cabeza. Por lo menos te prolonga el travelling de Doinel, escalofrío la mirada fija a la cámara. Puñetero Truffaut. Una obra maestra es aquella película que te permite descubrir nuevos detalles en cada visionado. Truffaut está dentro de la ruleta giratoria en la que se mete Antoine Doinel. Hay cinco películas con Antoine Doinel. Jean Pierre Leaud se inventó un personaje de por vida sin saberlo, o se lo inventó Truffaut. En La maman et la putain también “es” Antoine Doinel. Es otro de esos personajes atrapados para siempre por su pasado. Al principio de El pequeño salvaje, y esto ya lo dije un día hablando de la que para mí es la mejor película de François Truffaut, François Truffaut le dedica ex profeso la película a Jean Pierre Leaud. Con conocimiento de causa, otro guiño entre bastidores. Incluso lo "es" en El último tango en París. El salvavidas L’Atalante.
El adjetivo de maestra se le añade fácil y pronto a muchas películas. Ayer por la noche volví a verme una.
4 comentarios
Pater -
josé miguel -
Me refería a que al comienzo de la película El pequeño salvaje, Truffaut le dedica la cinta a Jean Pierre Leaud, un actor que descubrió precisamente Truffaut para el cine. Es decir, fue Truffaut quien moldeó al Jean Pierre Leaud actor, al igual que es Truffaut el que educa al pequeño salvaje desde cero, enseñándole a vivir como ser humano (Truffaut modeló a Leaud para el cine, dándose ese maravilloso paralelismo entre la vida y el arte, entre la vida y la ficción)
Creo que Truffaut le quiso decir muchas cosas a Leaud con esa película, aparte de la mencionada dedicatoria expresa del principio.
Un saludo.
xul. -
pensar que esto ya lo escribiste hace 2 años
al -