Blogia

jácaras reales

Surrealismo

Surrealismo

Harpo Marx se vendó los dedos para tocar su instrumento favorito el día que Salvador Dalí le regaló su instrumento favorito, envuelto en papel de celofán, cubierto de cucharitas y con cuerdas de alambres de espino.

El guión que escribió Salvador Dalí para los tres hermanos Marx y que la Metro rechazó y que nunca salió a la luz del cine se llamaba Giraffes on Horseback Courses.

El primer Presidente negro

El primer Presidente negro

La primera imagen que tengo asociada al jazz, antes de que me gustara oficialmente el jazz: un trío, trompeta, contrabajo y batería, practicando free (en mi visión no había piano). Y los carrillos de John Birks (foto de Herb Ritts)

Dizzy Gillespie juró el cargo de Presidente de los Estados Unidos de América el 5 de noviembre de 1964. En la portada de la revista Down Beat. En el interior de la revista Down Beat Dizzy expuso las líneas maestras de su mandato: inteligencia, humor, lucha en pro de los derechos civiles de los negros, el mejor jazz, suprimir el injusto sistema de impuestos, legalizar el juego clandestino de apuestas (el Gobierno obtendrá de esa manera una máquina de fabricar millones dada la naturaleza jugadora del ser humano), suprimir el FBI, la Comisión de Interior del Senado investigaría al KKK por actividades antiamericanas. Pero lo primero de todo: cambiar el nombre de White House por el de Blues House.

Los ministros de Dizzy, que no secretary (secretary en francés es femenino y Dizzy no quiere afeminados en su gabinete): Duke Ellington, Exteriores; Mingus, de la Paz; Louis: Agricultura (New Orleans, algodón, etc, etc); Malcom X, Justicia; Miles, Director de la CIA. Y Ray Charles, Director de la Biblioteca Nacional.

Dizzy apoyaba Vietnam, pero mandaría allí al gobernador ultra de Alabama George Wallace.

If dreams come true

If dreams come true

Otra vez (c) Herman Leonard

"Time on my hands, you in my arms
Nothing but love in view
Then if you fall, once and for all
I’ll see my dreams come true."

(Mack Gordon, Vincent Youmans, Harold Adamson)

Las manos de Billie las veíamos más veces. Las vimos cuando Billie ejercía de prestidigitadora ante el micrófono. O cuando, a la vez que hacía de prestidigitadora, se fumaba un cigarrillo como ése. No las veíamos cuando, como bien me apuntaba el otro día ese ruido de Félix, las usaba para cosas que no me gustan nada.

A veces sueño que esas manos me tocan.

She's funny that way

She's funny that way

Foto de Herman Leonard

Quizá fueran parecidos a éstos los zapatos con los que Billie soñara cuando de pequeña soñara que iba a convertirse en princesa. Estos pies que sostuvieron la fragilidad en persona hacen que cada vez que descubro un nuevo aspecto de Billie, me quede fascinado y repita aquello de que tengo que amar a esta mujer.

El ojo de Van Vechten

El ojo de Van Vechten

Aunque pueda parecer que no por esta cara de niño, Carl Van Vechten le hizo esta fotografía a Truman Capote el año que Truman Capote cumplió los 24 años. La ventaja es que Carl Van Vechten nació en 1880 y eso significa que ya pudo hacerle fotos a Bessie Smith, por ejemplo. Yo no conocía a Carl Van Vechten.

Par de dos

Par de dos

¿Antes o después de la bofetada?

El sitio del Zaragoza

El sitio del Zaragoza

Y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.

Benito Pérez Galdós, Episodios nacionales, Zaragoza.

No hay dos sin tres

No hay dos sin tres

The Inge Morath Foundation/Magnum Photos, verano de 1960

Cuando se hizo esta foto, Marilyn ya no estaba casada con Arthur Miller. Pero no por ello Arthur Miller dejaba de observar. Estaba en juego el guión de The Misfits. Y Arthur Miller, por cojones,  tenía que estar ahí.

La maja desnuda

La maja desnuda

Where have you gone, Joe DiMaggio,
A nation turns it’s lonely eyes to you.

Simon and Garfunkel  Mrs. Robinson

(Foto: Lee Lockwood. revista Life, 1961)

Cuenta la leyenda que a Joe Dimaggio, la mega-estrella del deporte americano del momento, le entró el mayor ataque de celos que había conocido hasta el momento el pasado siglo XX el día que se casó con la mujer más deseada del mundo. La mujer más deseada del mundo comenzó a serlo cuando, después de aparecer fugazmente seduciendo a Groucho Marx en Amor en conserva, protagonizó la primera portada del primer número de la revista erótica más importante del mundo. Los celos los comenzó a tener Dimaggio cuando recibió el regalo de bodas que le propinó su futura esposa, la mujer más deseada del mundo. Los ojos de Dimaggio envilecieron al abrir el sobre y ver los negativos de la sesión completa de fotografías de su rubia platino para el primer número de la revista Playboy.

Dimaggio envió flores a la tumba de Norma Jean tres veces a la semana durante más de 20 años.

Truman Monroe

Truman Monroe

Ésta es otra de esas fotos que no admiten comentario. O no mucho, al menos. Por más que he buscado no sé quién es el autor de esta escalofriante fotografía que muestra el gesto desorientado de quien, de forma dubitativa e insegura, posee torpemente a la belleza.

A pesar de todo, a pesar de que la Paramount no la aceptara como la Holly para el Desayuno de Capote, a pesar de todos los intentos de Capote (de agarrarla con gesto turbado y de convencer a la Paramount de que ella era la Holly que desayunaba con el amanecer en Tiffany’s), a pesar de todo ello, Ella, Marilyn, ahí en esa fotografía nunca perdió la sonrisa.

Blowin' session

Blowin' session

Lo mejor que uno puede hacer cuando te encuentras esta fotografía por la red es guardarla, ponerla en el blog, callarse y decir de quién es. El figura que le hizo la foto a Coleman Hawkins (de espaldas) y a Sonny Stitt (soplando, blow en inglés, que quiere decir soplar pero también soplar un saxo, vg.) se llama Terry Cryer. La hizo en 1959 en Inglaterra durante alguna gira de Verve, seguramente. Factoría Norman Granz. El jazz a veces se escucha a través de una fotografía.

American girl

American girl

Rita Hayworth sale del baño en Pal Joey cantándole esto al amor. Otro día pondré la foto de Rita.

Es sábado, por la noche, hace tiempo que no escribo y sigue sin ocurrírseme nada de qué escribir. Mejor que me calle. O dedicarle la canción a alguien. A la chica que me ha echado esta tarde los años que no tengo. O que tuve (para ti, American girl)

Por favor, Ella:


Sweet Baby James

Sweet Baby James

Fire and rain cuenta una terrible adicción que James Taylor tenía desde los 18 años. Creo que la compuso en Mallorca, intentando olvidarse de todo.

Hace años ya que James Taylor pasó a formar parte de la pléyade de artistas que sólo circulan por circuitos reducidos, audiencias que se cuentan por casi una centena, en locales que en cine se llamarían de arte y ensayo. Ignoro si en algún momento de su vida alguna vez James Taylor habrá sido uno de ésos que catalizan multitudes, estadios abarrotados o alguna plaza de toros. Me da a mí que no. ¿A alguien le suena realmente hoy el nombre de James Taylor?

Allá por los años en que empezaba a imponerse el Cd, de James Taylor conocía las dos o tres canciones que había escuchado por la radio, a saber en qué momento underground del dial. Dos o tres canciones que me fueron suficientes argumentos para que, cuando empezó la cosa del Cd, me lanzara a por uno, a por dos y a por tres Cds de James Taylor. Como pronto, me imagino, el soporte Cd pasará a convertirse en una reliquia objeto de coleccionista, los discos que me compré a principios de los años 90 los tengo guardados en buen recaudo.


La viuda negra

La viuda negra

"I’m in love with a strong man, and he tells me he’s wild about me..."

Strong man, Abbey Lincoln, 1957

Abbey Lincoln lo tiene todo a favor para que la ponga por las nubes. Lo primero, es mujer. Lo segundo, esta chica canta bastante. La chica, todavía hoy, canta y graba. Lo tercero, esa foto en B/N. Lo cuarto, ser la viuda de Max Roach. Lo quinto, me gusta desde que me gusta el jazz. Lo sexto, me creo lo que canta. Lo séptimo, es bastante guapa. Lo octavo, no ha llamado nunca la atención. Lo noveno, un día le dirán que es lo suficientemente grande. Lo décimo, por esta canción.


Take five

Take five

Éste es Paul Desmond (Breitenfeld Family Collection) Cuántas caras de jazz nos son desconocidas.

A ver si puedo hacer algo que se me ha ocurrido que oía hace años en la radio y que no es nuevo, por lo tanto. A ver si puedo poner dos versiones de un mismo tema de jazz. Si no puedo con radioblog, lo haré con goear. El caso es que quiero jugar un poco con el jazz.

El primer tema con el que quiero jugar se hizo bastante famoso en la época casi como hit de ventas. Lo compuso Dave Brubeck y lo inmortalizó su grupo y el alto de Paul Desmond. La segunda versión que pongo es una de las que cantó en su día la grande Carmen McRae. El tema éste suena en una película que pienso ver de nuevo para comentarla en mi otro blog.



Esos tres

Esos tres

La foto es de Herman Leonard. Nueva York, en el año 1949. Por culpa de Ella me gusta tanto el jazz.

No sé cuánto serán, si serán pocos o serán muchos, tres años de blog. Tampoco sé lo que será de los blogs dentro de tres o cuatro años. No sé lo que será de ellos en pongamos diez o quince años. ¿Seguirán llamándolos blogs? ¿Pasarán esas cosas que cuentan en las películas que hablan del futuro o estamos ya en esa película pero no nos damos cuenta? Nadie se imaginó que terminaríamos escribiendo de lo que a uno le diera la gana en un invento llamado blog. Con total libertad.

Esto de los blogs todavía no se me ha metido en sueños, como lo hacen las cosas que habitualmente me suelen obsesionar. A veces me pregunto si es grave obsesionarse con los blogs. He llegado a escribir un artículo en los únicos diez minutos libres que tenía un día. A veces un blog me ha salvado la vida. Algunos blogs. Algunos comentarios. Algunos correos. La persona que lo sabe ya sabe que un comentario suyo salvó este blog de morir justo antes de cumpliera su primer año. Ese día comprendí  para qué inventaron aquello de tener almas gemelas. Y en el fondo la culpa la tuvo Bix Beiderbecke.

Gracias a todos. Habéis conseguido que cumpla mis primeros tres años de blog. Gracias a todos vosotros.

PD: hacedle caso al título de esta canción.

La vida en directo

La vida en directo

Hace ya unos cuantos meses esta viñeta de Fred Basset me llamó la atención. La recorté del Heraldo y la pongo ahora que por fin vuelvo a tener escáner.

Invasión

Invasión

En esta foto Sissy Spacek ya tenía 20 años. Año 1970. Me hubiera gustado ser quien le hiciese la foto.

La verdad que no recuerdo la primera película en la que me diera cuenta de que salía Sissy Spacek. Quizá fuera una de esas veces en que no sabes que estás viendo a un actor que luego te va a gustar, como sucede con tantos actores en tantas ocasiones. Pues si no me di cuenta de esos ojos y esa diminuta y escuálida, es porque o no era mi día o todavía no sabía lo que era una mujer de verdad.

Porque Sissy Spacek para muchos no será una mujer de verdad o ninguna Marilyn. Lo mío con ella igual sólo me pasa a mí, aunque, cada vez que veo a Sissy, me da la sensación de que la película gana enteros por lo buena actriz que es y por su formidable, inquietante, descarada, turbadora o encantadora presencia. Y todavía más cuando con toda la naturalidad del mundo te invade tu alma y tu sensibilidad cada vez que te mira con esos ojos, esa mujer con cara de chiquilla a la que parece le diera vergüenza levantar la mirada del suelo.

La primera película en que caí que ella salía no era Carrie, no era Malas tierras ni era Missing. Tampoco era cualquiera de sus películas actuales. Ni mirando la lista del  IMDB caigo. Cuál demonios sería esa película en la que me enamoré de Sissy Spacek. Cuál sería el día, para ponerle una cruz en el calendario.

Técnica para insomnes

Técnica para insomnes

Después de A sangre fría, Truman Capote escribió Ataúdes de artesanía, otra crónica de una serie de asesinatos reales de la América profunda de los años 70. En Ataúdes de artesanía Juanita Quinn, un breve pero fantástico personaje, ve la televisión con el volumen a cero para imaginar lo que dicen, porque “si escucho, me quedo dormida en seguida. Pero imaginar lo que hablan me mantiene despierta. Y tengo que mantenerme despierta…, al menos hasta medianoche. De otro modo luego no hay forma de dormirme”.

Ozu

Ozu

La tragedia en la vida empieza con el vínculo de padres e hijos.

El hijo único, Yasujiro Ozu, 1936

Hace casi 5 años, en mayo de 2003, se presentó la oportunidad de comprobar si uno tenía dos dedos de frente. En la Filmoteca programaban un ciclo de Yasujiro Ozu, japonés del que había visto por televisión su obra maestra de los Cuentos de Tokio. Como no quería llevar el estigma, me apunté y me pegué mis buenas sesiones en la Filmoteca. Quería ver más y ésa era la ocasión.

Sin habernos dicho nada, coincidí con Enrique en el comienzo del ciclo, el cual de esa manera hacía honor al que es título de su blog. Allí vimos desde sus primeras mudas hasta sus últimas en color. Y alguna espectadora bostezó. No me vi todas. Pero después cuando pasaron los años, afortunadamente surgieron otras vías para ver más a Ozu. Incluso ha sido reeditado en DVD. Me vi pues Buenos días, que o no estaba en el ciclo de la Filmoteca o se me pasó, Flores de equinoccio o El hijo único, que me la acabo de ver hoy.

A lo mejor Ozu me cae tan bien por una cosa: cuando acabo de ver una película suya me quedo con la sensación de haber visto una obra maestra. Debe de ser eso o que Ozu me hace sentir muy cómodo cuando veo una de sus películas. Ozu plantea, desarrolla y desenlaza. Bendita y sencilla perfección.

"La tragedia en la vida empieza con el vínculo de padres e hijos". Cuando lees esta soberana sentencia antes de que comience la historia de El hijo único, sabes que te vas a encontrar con algo que será cualquier cosa menos aburrida.